La crisis del Covid 19, además de la emergencia sanitaria ya ocasionada, también esta dejando dejando secuelas económicas a nivel mundial.
En lo que respecta al mercado inmobiliario español, que ya afrontaba cierta incertidumbre este año, la crisis del coronavirus ha abierto aún más interrogantes, elevando aún más la incertidumbre.
Durante el estado de alarma, en el que aún nos encontramos los bancos han tratado de mitigar el impacto económico y social con la moratoria en el pago de las hipotecas para aquellas personas en especial situación de vulnerabilidad, lo que ha provocado que la morosidad no haya aumentado mucho, pero ¿Cómo se prevé el futuro de las hipotecas? ¿Los bancos serán más estrictos en sus condiciones? ¿Aumentará en riesgo?
En lo que a la evolución del Euríbor se refiere, tras cuatro años cotizando en negativo el principal índice de referencia para actualizar el pago de las hipotecas variables, vemos que durante esta crisis ha subido exponencialmente, situándose en el mes de mayo en -0,081.
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Todo esto hace pensar que el Euribor seguirá subiendo en los próximos meses, debido a que de momento el BCE no tiene pensado bajar los tipos de interés, por lo que nos acercaremos a valores cercanos al 0% . Esto también dependerá de las medidas fiscales y económicas que se adopten desde los gobiernos centrales.
Por lo tanto, puede que veamos un cambio de tendencia hacia las hipotecas de tipo fijo que ofrecen los bancos, puesto que aún tienen un tipo de interés bajo.
Coronavirus vs hipotecas
En cuanto al otorgamiento de hipotecas por parte de las entidades bancarias, el horizonte es un poco incierto.
Si es cierto que si las previsiones del FMI se cumplen, se espera una caída del PIB de 8% para 2020. Esto se traduce en que las familias españolas perderán poder adquisitivo, aumentará el paro y por tanto la morosidad es muy probable que tambien suba.
En este contexto, los bancos puede que sean más estrictos a la hora de aprobar un crédito hipotecario, endureciendo los requisitos y revisando más pormenorizadamente el perfil de cada cliente para intentar garantizar el pago de la misma.
Con estas circunstancias nos encontraríamos con que los bancos aprobarían menos operaciones y para mantener su rentabilidad podrían aumentar el precio de sus productos.
Por tanto, aquellas personas que no dispongan de ahorros, un trabajo estable y con un sueldo bien remunerado tendrán más complicado conseguir una hipoteca. Aunque, al no tratarse de una crisis financiera como las del 2008, siempre existirían oportunidades para conseguir una hipoteca del 100% de financiación.